Hace unos meses, hastiado del abandono a su provincia, el actual senador de El Seibo Roberto Rodríguez organizó a un grupo de periodistas, y les invitó a recorrer y constatar con sus propios ojos el deterioro en las comunidades de esta provincia oriental. Allí observaron el mal estado de las calles y carreteras, el abandono de proyectos viales y de otras necesidades como acueductos, plantas de tratamiento y proyectos de electrificación, comprobando como a pesar de las promesas, las autoridades no habían invertido los recursos para satisfacer las necesidades mínimas. Como era de esperarse, las precarias condiciones en que vivían esas comunidades fueron mostradas en diferentes medios de comunicación.
Reportajes en diarios, editoriales y comentarios de influyentes periodistas de medios electrónicos provocaron que el país, pero sobre todo las autoridades, recordaran que en ese punto del país también habitan dominicanos. Pocos días después el Presidente reinició sus “audiencias populares” en esa provincia, donde junto a los principales funcionarios de las ofi cinas con obras pendientes, se comprometió a atender los reclamos y prometió volver en dos meses a dar seguimiento a sus promesas. Es evidente que Fernández dotó los recursos, y los funcionarios se pusieron a trabajar, y dos meses después –este sábado pasado– Leonel inauguró las calles de El Seibo, así como la mayoría de las obras que se comprometió a entregar.
Y eso fue fi esta en las calles, tres tarimas con orquestas y el pueblo feliz, aclamando a su Presidente y lanzando consignas a favor del PLD. Usted podrá suponer lo que esto significa a poco más de 6 meses de un proceso electoral, más cuando el partido oficial presentará una figura joven y carismática como el director de INESPRE Ricardo Jacobo, dicho sea de paso haciendo un gran trabajo en una institución que otros quebraron. Y al ver esto uno debe reflexionar sobre las cosas de la política, y hasta de la vida.
Porque así como El Siebo es el gran beneficiado de estas obras, el gran perjudicado pudiera ser quien indirectamente fue el propulsor de la terminación de estas obras: el senador Roberto Rodríguez. Porque quiérase o no, fue el quien motorizó con su “gira periodística” la intervención del Gobierno. Y es el quien más pudiera pagar esa intervención gubernamental el 16 de mayo del 2010. Y lo peor, no podrá alegar uso de recursos del Estado, ya que fueron los recursos que el pidió, y hasta motorizó que se utilizaran.
Fuente: http://listindiario.com.do
