El viaje
¿A quién?
Dice el refrán que la alegría no dura poco en la casa del pobre, pero parece que tampoco en la del rico. La siguiente semana el presidente Leonel Fernández se apareció por el Seybo en lo que se consideró una nueva forma de hacer gobierno: fue a supervisar las obras en construcción, de manera directa y personal, y comprobó el abandono y el descuido de que se habían hecho eco los periodistas que acompañaron al senador Roberto Rodríguez días atrás. Y como si fuera poco, hoy se celebra un consejo de gobierno ampliado en Hato Mayor. Esto es, que el Este está en la mira de la administración. Ahora bien ¿de quién es el mérito político, a quien se le acreditará? ¿Al legislador perredeísta que puso la situación delante de los ojos de los medios de prensa de la Capital o al presidente de la República que fue a cumplir promesas de campaña y gobierno? De entrada se piensa en el senador Rodríguez, pero hay que anotar que el mandatario se hizo acompañar del aspirante peledeísta Ricardo Jacobo. De atajar, atajar, debe ser para que enlace el suyo. Aunque será el electorado que dirá la última palabra...
La modalidad
Hablé con el senador Rodríguez sobre la feliz coincidencia (u ocurrencia), y aunque se le veía la complacencia a flor de piel, no se acreditó el mérito. Sí me dijo que ahora serán dos supervisores, pues él, al igual que el presidente Fernández, dará seguimiento a los trabajos, de manera que haya un verdadero cumplimiento. El hecho, sin embargo, no deja de tener importancia, y hasta trascendencia. Recuerda que en una de las campañas de José Francisco Peña Gómez a la presidencia de la República, éste se quejaba de que su oponente, el entonces gobernante y candidato Joaquín Balaguer, se aprovechaba de su condición y se le adelantaba iniciando o realizando las obras que ofrecía: lo dejaba sin caballo y sin montura. ¿Aplicará el mandatario ese librito y dejará sin discurso u oferta a la oposición? Dicen que las recaudaciones han bajado, pero cada vez que hay necesidad de recursos, estos aparecen. Incluso de manera cuantiosa. Entre esta semana y la anterior los millones hacen olas para iniciar o terminar obras prometidas o inconclusas. Si el jefe del Estado va a salir para la calle, como se afirma, no puede hacerlo con las manos vacías...
Fuente: http://listindiario.com.do/app/article.aspx?id=110440
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